Libro 2. Canto 3. Sección 4
“…Mas cuando el mágico aliento venía de camino,
y antes de que sus dones pudieran alcanzar nuestros aprisionados corazones,
una oscura ambigua Presencia lo cuestionó todo.
La secreta voluntad que se viste a si misma con la Noche
y ofrece al espíritu la ordalía de la carne
impiso una mística máscara de muerte y de dolor…”