“…Mas cuando el mágico aliento venía de camino,

y antes de que sus dones pudieran alcanzar nuestros aprisionados corazones,

una oscura ambigua Presencia lo cuestionó todo.

La secreta voluntad que se viste a si misma con la Noche

y ofrece al espíritu la ordalía de la carne

impiso una mística máscara de muerte y de dolor…”