“…Al frente de la ascendente epifanía

disfrutadores del Mundo del Tiempo, favoritos del Mundo de la Bienaventuranza

los Dueños de las cosas reales, señores de las horas,

A todo cuanto el Espíritu concibe le proporcionan un molde;

persuadiendo a la Naturaleza a modos visibles

prestan una forma finita a las cosas infinitas…”