Libro 2. Canto 14. Seccion 1
“…Una cantarina risa argentina de campanillas tobilleras
recorría las sendas de un solitario corazón;
su danza solazaba una eterna soledad:
una antigua dulzura olvidada llegaba entre sollozos.
…
El Alma silenciosa de todo el universo estaba allí:
vivía un Ser, una Presencia y un Poder
una única Persona que era ella misma y todo
y preservaba los dulces y peligrosos latidos de la Naturaleza
transfigurados en pálpitos divinos y puros…”