“…Silenciada ha quedado la risa infantil que corría a través del tiempo:

la natural alegría de vivir del hombre ha sido nublada

y la tristeza es la cuidadora de su destino.

El contento sin pensamiento del animal ha quedado atrás,

la preocupación y la reflexión agobian su andar cotidiano;

él ha surgido a la grandeza y al descontento,

él es consciente de lo invisible…”