“…La Vida era aquí íntima con la Muerte y con la Noche

y comía el alimento de la Muerte para poder sobrevivir un poco;

era su inquilina y desvalida adoptada.

En sombríos confines en los que Vida y Materia se encuentran

deambulaba él entre cosas medio distinguidas, medio barruntadas

perseguido por comienzos nunca asidos y por fines perdidos…”