“…Mas no juzgaba así el despierto ojo de su espíritu.

Como brilla una solitaria estrella testigo

que arde aparte, retirada centinela de Luz,

en la deriva y el pulular de una Noche sin mente,

único pensador en un mundo sin propósito

a la espera de alguna formidable aurora de Dios,

vió la intención de los trabajos del tiempo…”