“…En cada plano, esta Grandeza debe crear.

En la tierra, en el cielo, en el infierno siempre es la misma;

de cada destino toma su poderosa parte.

Guardiana del fuego que enciende los soles,

triunfa en su gloria y en su poder:

obstaculizada, impedida, lleva en sí el impulso de Dios para nacer:

el espíritu sobrevive en el suelo del no ser,

la fuerza del mundo subsiste al choque de la desilusión del mundo:

muda, todavía es la Palabra, inerte el Poder…”