“…Los seres de este mundo de vida más grande

inquilinos de un aire más amplio y de un espacio más libre

no viven por el cuerpo o para las cosas externas:

una existencia más profunda era el asiento de su ser.

En este intenso dominio de lo interno

los objetos moran como compañeros del alma;

los actos externos son un texto menor,

traducción superficial de una vida interior…”