Libro 7. Canto 3. Seccion 1
“…Mas todo este conocimiento era el de un sol prestado;
las formas que traía no eran nativas del cielo:
una voz interior podía pronunciar la Palabra de lo irreal;
su potencia peligrosa y absoluta
podía mezclar el veneno con el vino de Dios.
En estos elevados lomos brillantes la falsedad podía montar;
la verdad se abandonaba a la delicia en los apasionados brazos del error
deslizándose corriente abajo en una alegre gabarra dorada:
ribeteaba su rayo con una magnífica mentira.
Aquí en los reinos inferiores de la vida se juntan todos los contrarios…”