“…Conforme hablaba todo cambiaba dentro y fuera de ella;

todo era, todo vivía; sentía todo ser uno;

el mundo de irrealidad cesó:

ya no había universo construido por la mente,

condenado a ser una estructura y un signo;

un espíritu, un ser veía las cosas creadas

y se proyectaba a sí mismo dentro de formas innúmeras

y era cuanto él veía y hacía; todo devenía ahora

evidencia de una prodigiosa verdad,

una Verdad en la cual la negación no tenía lugar,

un ser y una consciencia viva,

una pura y absoluta Realidad…”