Libro 7. Canto 7. Seccion 2
“…Conforme hablaba todo cambiaba dentro y fuera de ella;
todo era, todo vivía; sentía todo ser uno;
el mundo de irrealidad cesó:
ya no había universo construido por la mente,
condenado a ser una estructura y un signo;
un espíritu, un ser veía las cosas creadas
y se proyectaba a sí mismo dentro de formas innúmeras
y era cuanto él veía y hacía; todo devenía ahora
evidencia de una prodigiosa verdad,
una Verdad en la cual la negación no tenía lugar,
un ser y una consciencia viva,
una pura y absoluta Realidad…”