“…Entonces sobre lo que parecía la culminación del ascenso

allí donde lo finito y lo infinito son uno,

inmune contempló los sólidos sitiales de los inmortales

que viven para una celestial alegría y gobierno,

las regiones medias del inmarcesible Rayo.

Magníficas deidades sentadas en inmortales gradas,

ojos de mirada nonata se dirigían a ella

a través de una transparencia de fuego cristalino…”