“Entonces, como un himno desde la luminosa caverna del corazón

se elevó una voz cuya mágica sonoridad podía transformar

el desgarrado llanto de la tierra en sollozos

de éxtasis y su clamor en un canto del espíritu.

“…en ti la secreta visión que la ceguera del hombre perdió

ha abierto su mirada a través del Tiempo, mi carro de carrera

y de la muerte, mi túnel que yo perforo a través de la vida

para alcanzar mis invisibles distancias de gozo…”…”