“…Pues el conocimiento no llega a nosotros como un huésped

llamado a nuestro aposento desde el mundo exterior;

amigo e inquilino de nuestro yo secreto,

se escondió tras nuestras mentes y cayó dormido

y lentamente despierta a los golpes de la vida;

el poderoso daemon permanece dentro carente de forma,

evocarlo, darle forma es la tarea de la Naturaleza…”