Libro 2. Canto 10. Seccion 2
“…Pues el conocimiento no llega a nosotros como un huésped
llamado a nuestro aposento desde el mundo exterior;
amigo e inquilino de nuestro yo secreto,
se escondió tras nuestras mentes y cayó dormido
y lentamente despierta a los golpes de la vida;
el poderoso daemon permanece dentro carente de forma,
evocarlo, darle forma es la tarea de la Naturaleza…”