Libro 2. Canto 12. Seccion 1
“…En una eclosión de celestial alegría y facilidad
la vida accede a la divinidad interior
y hace entrega en rapto de ofrenda de todo cuanto es,
y el alma se abre a la felicidad.
Se siente un gozo que ya nunca puede cesar del todo,
un repentino misterio de Gracia secreta
florece matizando de oro nuestra tierra de rojo deseo…”