Libro 2. Canto 7. Seccion 6
“…Su pecho era ahora una vacuidad sin vida,
…
una incapacidad para la fe y la esperanza
y la horrible convicción de un alma derrotada
…
Pero el resistía, acallado el vano terror, soportaba
los asfixiantes anillos de aqonía y de espanto;
entonces la paz regresó y la soberana mirada del alma.
…
con su desnudo espíritu afrontaba el desnudo infierno…”