Libro 2. Canto 8. Seccion 4
“…Allí yace esperando su hora el futuro desconocido,
allí está el registro de las estrellas desvanecidas.
Allí, en el sueño profundo de la Voluntad cósmica
vio la llave secreta del cambio de la Naturaleza.
Una luz permanecía junto a el, una mano invisible
se posaba sobre el error y el dolor
hasta transformarlos en un trémulo éxtasis,
la dulce sacudida de un abrazo…”