Libro 4. Canto 2. Seccion 1
“…Tomaba estas cosas como alimento de su naturaleza
pero por sí solas no podían saciar su amplio Yo:
una humana búsqueda limitada por sus logros,
le parecían los largos y tempranos pasos
azarosos de un joven espíritu explorador
…
Consciente del Yo universal en todo
se dirigía a los corazones vivos y a las formas humanas,
reflejos de su alma, sus complementos, sus homólogos,
íntimas porciones externas de su ser…”