“…La Fuerza en ella atraía las especies subhumanas de la tierra;

y al amplio y libre deleite de su espíritu

añadía las magnificentes vidas de vivo colorido

de animal y pájaro y árbol y flor.

Ellos le respondían con sencillo corazón.

En el hombre vive algo sombrío y perturbador

ese algo conoce la Luz divina pero se aparta de ella

prefiriendo la oscura ignorancia de la caída…”