Libro 4. Canto 2. Seccion 3
“…Admirada, inaccesible, intangible al abrazo
su belleza y flamígera fortaleza eran vistas lejanas
cual relámpago que juega con la caída del día,
una gloria inalcanzablemente divina.
Ningún igual corazón se acercaba para juntarse al suyo
ningún transitorio amor de la tierra asediaba su calma,
ninguna pasión de héroe tenía la fuerza para alcanzarla,
ningunos ojos suplicaban la réplica de sus ojos…”