Libro 6. Canto 2. Seccion 4
“…Oh mortal, sobrelleva esta gran ley de dolor del mundo,
en tu penoso pasaje a través del sufriente mundo
apóyate para sustento de tu alma en la fortaleza del Cielo,
vuélvete hacia la elevada Verdad, aspira al amor y a la paz.
Un pequeño gozo te es concedido desde arriba,
un toque divino sobre tus humanos días.
Haz de tu camino diario un peregrinaje,
pues a través de las pequeñas alegrías y pesares te mueves hacia Dios…”