“…El alarido de la carne torturada y de los torturados corazones

que retorna al corazón y a la carne sin ser escuchado por el Cielo

ha desgarrado mi alma con su aflicción e ira desvalidas.

Yo he visto al campesino abrasado en su cabaña,

he visto el acuchillado cuerpo del niño sacrificado,

he escuchado el llanto de la mujer violada desnuda y arrastrada

entre los aullidos de la horda de los sabuesos del infierno,

yo lo he contemplado, carezco de poder para salvar..”