“…He descendido al mundo de los humanos

y al movimiento observado por un Ojo insomne

y al oscuro antagonismo del sino de la tierra

y a la batalla entre los sombríos y luminosos Poderes.

Permanezco sobre las sendas de peligro y aflicción de la tierra

y ayudo al desdichado y al condenado salvo.

Al fuerte traigo el galardón de su fortaleza,

al débil la armadura de mi fuerza;

a los hombres que anhelan les otorgo su codiciada alegría:

yo soy la fortuna que justifica al grande y al sabio

por la sanción del aplauso de la multitud,

para aplastarlos luego con el talón de hierro del destino…”