“…Así lentamente elevo el alma del hombre más cerca de la Luz.

Pero la mente humana se aferra a su ignorancia

y a su pequeñez el humano corazón

y a su derecho a la aflicción la vida terrena.

Solo cuando la Eternidad tome al Tiempo de la mano,

solo cuando el infinito maride al pensamiento finito,

podrá el hombre ser libre de sí mismo y vivir con Dios.

Yo salvaré la tierra, si la tierra consiente en ser salvada…”