“…Mas puesto que conoce el esfuerzo de mente y vida

como una madre siente y comparte las vidas de sus hijos,

destaca una pequeña porción de sí misma,

un ser no mayor que el pulgar de un hombre

dentro de un escondido ámbito del corazón

para enfrentar el dolor y olvidar el gozo,

para compartir el sufrimiento y soportar las heridas de la tierra

y esforzarse en medio de la labor de las estrellas…”