“…En el lento proceso del espíritu que evoluciona,

en el breve estadío entre una muerte y un nacimiento

una primera fase de perfección es alcanzada:

de la madera y la piedra sustancia de nuestra naturaleza

se ha dado forma a un templo en donde los altos dioses pueden vivir.

Incluso si el esforzado mundo es dejado fuera

la perfección de un hombre todavía puede salvar el mundo.

Ha sido ganada una nueva proximidad a los cielos,

unos primeros esponsales entre la Tierra y el Cielo,

un amplio recordatorio entre la Verdad y la Vida:

un campamento de Dios ha sido asentado en el tiempo humano.”