“…Pero Savitri contestó enfrentando desdén con desdén,

la mujer mortal al terrible Señor:

“¿Quién es ese Dios imaginado por tu Noche,

creando con desprecio mundos que desdeña,

haciendo por vanidad las brillantes estrellas?

No aquel quien ha erigido su templo en mis pensamientos

e hizo de mi humano corazón su sagrado suelo.

Mi Dios es voluntad y triunfa en sus caminos,

mi Dios es Amor y dulcemente lo sufre todo.

A él he ofrecido la esperanza por sacrificio

y entregado mis anhelos como un sacramento”…”